sábado, 6 de marzo de 2010

¡Retruécanos y centellas! (Principio de Composicionalidad y II)



Lo del Principio de Composicionalidad que mencionábamos el otro día me ha recordado los divertimentos ensayados a imagen y semejanza de los retruécanos o juegos de palabras que, efecto cómico aparte, vienen a mostrar  que los significados no son la simple suma de contenidos en las expresiones complejas, sino que resulta decisiva su organización sintáctica.  Definitivamente no es lo mismo vivir para trabajar que trabajar para vivir,  ni perder un segundo en la vida, que perder la vida en un segundo; una gorra de viaje que un viaje de gorra; tres mil quinientas ovejas  que quinientas tres mil; estudiar por amor a los libros que estudiar los libros por amor;  la interpretación de la Pragmática, que la Pragmática de la interpretación. Vale. Estos últimos ejemplos no es que estén muy elaborados pero me llevan al lugar común que busco. Amor y Pragmática, la vida misma. ¿Podríamos aplicar esa misma regla fregeliana  en un párrafo para demostrar que su sentido global  también depende del orden en que leamos el texto? ¿Podría considerarse esto un retruécano discursivo?¿Con qué intención comunicativa? Probablemente se trate de un ejercicio de estiramiento excesivamente forzado…,  pero me han enviado uno de esos virales en cadena que muestran cuán efímero es a veces el amor más  apasionado, o que depende en todo caso del flujo de la información de abajo arriba o de arriba abajo. No, pero ahora en serio: resulta curioso.  Un diálogo entre recién casados, ella y él,  por toda seña, como en  la canción de Ricardo Arjona. Escucha qué se dicen:

EL: ¡¡Si!! Por fin. Qué dura fue la espera. No podría aguantar ni un minuto más
       ELLA: ¿Quieres dejarme?
EL: Nooo. ¿Estás loca? Ni siquiera lo pienses.
ELLA: ¿Me amas?
 EL: Por supuesto, una y otra vez
ELLA: ¿Alguna vez me has sido infiel?
EL: Noo! Solo pensarlo me da asco.
ELLA: ¿Me besarías?
EL: En cada oportunidad que tenga
ELLA: ¿Te atreverías a insultarme?
EL: Sabes que no soy ese tipo de hombre
ELLA: ¿Puedo confiar en ti?
EL: Si
ELLA: ¡Mi amor!
Ahora veamos qué ha ocurrido con los recién casados después de unos cuantos aniversarios sin celebrar... Vuelve a leer el texto de abajo a arriba. ¿Ya?
Conclusión: el orden que asignamos a los enunciados puede salvar una relación de pareja.

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Con permiso... Una adenda: "Pingüinos en la cama" de Ricardo Arjona
Versión original:





Versión con Chenoa:

1 comentario:

  1. Jajajaja Yo conozco algunos de estos, son ingeniosos: no es lo mismo un guardameta, que te la meta un guarda , ni tejidos y novedades en el piso de arriba que te jodes, no ves nada y encima te pisan... Son muy antiguos...

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