viernes, 19 de marzo de 2010

De dónde vienen...

ALOPECIA
"El nombre científico binominal del zorro común o zorro rojo es Vulpes vulpes, mientras que el del zorro polar, zorro blanco o zorro de las nieves es Alopex lagopus . Solo con saber eso, el amante de la fauna conoce ya -sin necesidad de estudiar lenguas clásicas- cómo llamaban a la zorra en latín, vulpes, y cómo la llamaban en griego, alopex. Derivado directemente de este último vocablo, en griepo clásico encontramos ya alopekía, referido a la caída anormal del cabello, en los textos de Dioscórides, allá por el siglo I de la era cristiana. Y de ahí pasó a alopecia tanto en latín como en castellano medieval.
No es fácil determinar con certeza el vínculo conceptual que apreciaron los antiguos griegos entre las zorras y la alopecia, pero tradicionalmente se ha explicado por el hecho de que el zorro es animal que muda su pelaje dos veces al año (en otoño, para protegerse frente a los fríos del invierno, y en primavera, para desprenderse del espeso pelaje invernal), y en esas épocas de muda presenta amplias calvas despeluzadas de aspecto seudosarnoso. Al menos esa era la explicación que daban los médicos en 1481, como puede comprobarse en la versión española del Compendio de cirugía de Guido Lanfranc de Milán (c. 1250-1306): "Alopix en griego es zorra en latín; pues por cuanto a las zorras en un tiempo del año acesce pelarse, por ende el caimiento delos cabellos es nombrado alopicia".
Bien, si habéis comenzado a sufrir esa temible caída del cabello o ya sois tan calvetes como Koyak, en esta información no habéis encontrado la fórmula mágica para recuperar ni un solo pelo pero al menos conoceréis de dónde proviene vuestra alopecia... la palabra, no la causa.
Ahí va una segunda palabrita que, sin entrar en debates que aquí no vendrían al caso, es de plena actualidad y problablemente desconozcamos su procedencia y resulta igualmente interesante: aborto.

AMANECER FRUSTADO
..."Atendiendo al lenguaje, que es lo que aquí nos trae, habrá que recordar que en latín orto signigica nacimiento, en el sentido de algo que surge desde donde estaba oculto pero ya existía previamente. Así, el orto por excelencia es el del sol cada amanecer; no se duda de que el astro es el mismo que se escondió por occidente al caer la noche anterior; no salede la nada, y mientras no se le ve no hace otra cosa que seguir un camino oculto a los ojos de los hombres.
La partícula ab, en su acepción negativa, vale por alejamiento o privación. Para los antiguos no había mayor desgracia que la de que algo que siempre había sucedido no sucediese. El aborto, del sol o de un ser engendrado en el seno de una mujer, era algo que rompía las expectativas y que, desde luego, no se podía aceptar dentro de su forma de entender el mundo. Y esa mentalidad "antigua" permanece en el trasfondo inconsciente de la humanidad de todos los tiempos, incluido, claro está, el nuestro que por muchos alardes que haga de ruptura con el pasado no puede -que se lo pregunten a Carl Jung y a su ingente obra sobre el asunto- desprenderse de lo que forma parte del sustrato mental del hombre"...

Fuente: DIARIO MÉDICO en su sección LABORATORIO DEL LENGUAJE, los autores son Fernando A. Navarro y José Ignacio de Arana, respectivamente.

2 comentarios:

  1. Bueno, de aquí a cien años todos alopécicos... Me gusta... si, señor

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  2. La foto, buenísima también...

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